8 jun 2010
DEJÉ ENTRAR UNA LOCA por Florencia Ambesi 7º B
DEJÉ ENTRAR UNA LOCA por Florencia Ambesi 7º B
En el verano del año 2000, en el neuropsiquiátrico de una ciudad de Formosa, estaba internada Mariela Pegasso, una hermosa, delgada y rubia muchacha. Estaba allí porque intentó asesinar a su madre en 1995 ya que siempre admiró a su primo Leandro y lo trataba como a un hijo.
En la noche del 15 de Mayo mientras sus compañeras de cuarto dormían y también los guardias se escapó. Le salió a la perfección, nadie se dio cuenta que ella no estaba. Ya fuera; con su pequeño bolso tomó un taxi y se dirigió a la calle Lavalle donde vivía su primo. Cerca de las 8:30 de la mañana tocó el timbre y abre Laura la sirvienta:
-¿Quién es?- dijo LAURA.
- Disculpe señorita, soy Mariela una ex compañera de universidad de Leandro ¿Podría hablar con él? – MARIELA.
-Lamento informarle que no está, pero en media hora viene, mientras tanto puede pasar- Contestó LAURA.
- Muchas gracias- Dijo Mariela.
- Ahora mismo le traigo un café- Dijo la sirvienta, dirigiéndose hacia la cocina.
Mientras tanto Mariela observa detalladamente el living sin que se le pase ningún detalle, arriba de la chimenea había un cuadro donde estaba Leandro con la madre de Mariela.
Su cara de adorable cambió por una de enojo y bronca.
Más tarde Laura viene con el café, lo deja en la mesita ratona y se retira. Cuando Mariela quiere darle una probada, se escucha poner una llave en la cerradura y entra un señor alto, caballero, y muy delgado. Era Leandro que lo primero que hace es fijar su mirada en la bella joven que lentamente se para y camina hacia él. Y con una voz muy angelical dice:
-Buenas tardes Leandro.
-Encantado de conocerla- responde él.
- Ya nos conocemos fuimos juntos a la facultad- Dijo la siniestra
-No lo recuerdo, por favor tomemos asiento y recuérdeme de donde nos conocemos- Dijo Leandro, agarrándola de la mano y sentándose.
Al cabo de media hora, ella confiesa que le encantaría vivir con él, porque dijo que viajó por todo el mundo visitando cada empresa de revista, era una propuesta que le interesaba mucho, porque Leandro era dueño de una empresa. Y lo podría ayudar, con el diseño y con fotos de tal manera que la gente se interese en comprarla. No tardó mucho en pensarlo, y aceptó que se quede, le dio una gran habitación, con una preciosa vista a un pequeño bosque que se situaba atrás de la casa. Acomodó sus cosas y bajó para cenar. En la mesa Leandro la interrogó para saber en que países estuvo, pues ella nombró 6 países muy famosos. Por ello siempre habló maravillas de las revistas internacionales. A las 23:00 horas, todos se fueron a dormir, pero ella no. Se quedó despierta hasta las 4:00 de la madrugada planeando la muerte de Leandro.
Primero tendría que distraer a Laura, entonces a la mañana siguiente la mandó a comprar papel afiche, marcadores y lápices; con la excusa de que haría un proyecto para la revista. El primo desayunaba, cuando la sirvienta se retiró, la siniestra subió a la habitación para tirarle desde arriba con un florero, que brutalmente lo tiró. Para su suerte, le abrió la cabeza dejándolo desmayado. Pero no se dio cuenta de que allí se encontraba el chofer, Mario, que vio todo y de inmediato fue a llamar a la policía.
Ella bajó corriendo, velozmente, para que no se realice esa llamada. Pero Mario para hablar por teléfono se encerró en el armario. A los pocos minutos llegó la policía y pudieron agarrarla, pero costó y mucho.
Un policía le estaba poniendo las esposas, para que marche presa, mientras que otro le sacaba fotos al muchacho. Cuando se la estaban llevando ella maldijo a todos y juró volver. Al salir de la casa se encontró con su madre, quien le dijo que ese “primo” era su hermano. Pero ella nunca lo aceptó y por eso lo llamaba primo.
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